Aquellos que dicen que tener barba es una moda, es porque mientras lo dicen se autodestruyen pensando que sería de ellos con una barba como la tuya, sí hermano, les duele aceptarlo, y sí, también esas personas son las mismas que no comprenden que más que una barba, es un estilo de vida. Y, ¿por qué decimos esto?, porque comenzamos a invertirle tiempo, dinero y esfuerzo.
Si eres de esos que forma parte de este estilo de vida, seguramente te sentirás identificado.
Desde hace miles de años, la barba ha representado masculinidad. Nuestros antiguos carnales, le sacaban el mejor provecho utilizándola para mantenerse calientes, protegerse la cara, para intimidar a sus adversarios y claro como signo de honor.
Tiempo.
No es fácil ser un barbudo, dejar crecer nuestra barba toma tiempo y debemos de ser lo suficientemente pacientes para esperar los resultados adecuados. Lo peor, es que algunas personas creen que la barba brota como margaritas.
Fuera de el proceso del crecimiento, también sumemos el tiempo que le invertimos en los cuidados que merece, desde su hidratación, limpieza, cepillado, citas constantes con el barbero, sí, no solo crece y ya, ¡es una responsabilidad!
Dinero.
Una buena barba, cuesta. Cuántas veces has tenido que optar por darle prioridad a los artículos que tu barba necesita para su cuidado, todas aquellos gastos en delineados, en una nueva forma, en evitar que su poder no sea reflejado.
Esfuerzo.
No, la barba no se moldea sola. Si nos pagaran por todas esas veces que las personas piensan que una buena barba se hace sola, seríamos millonarios hermano.
Una buena barba conlleva una gran responsabilidad y esfuerzo. Si queremos demostrar personalidad invertiremos nuestro esfuerzo en transmitirlo por medio de ella, utilizándola como un atractivo.
Una barba es el atributo perfecto para demostrar firmeza, seguridad, personalidad e intelectualidad, es por eso que los verdaderos barbudos nos esforzamos tanto en darle el aspecto adecuado.
Ahora, comparte este articulo y haz que los demás comprendan que no estas dentro de una moda, sino dentro de un estilo de vida.